اميدوارم سفر خوبي داشته باشم زيرا إز صميمم قلبم و با احترام به ديگران سفر خواهم كرد و اين باعث خواهد شد كه تمامي درها به روي من باز شوند

jueves, 13 de agosto de 2015

Yazd y Caravasar Zeinoddin


Hola amigos,

En el hotel Malek-o Tojjar Antique, situado en el mismo centro de Yazd, en el interior del bazar, en la calle Panjeh Alí Bazar, conozco a Ahmad, empleado de esta magnífica Historical House, con el que trabo conversación y en quién de inicio me apoyo para situarme y ver las mejores opciones para visitar la ciudad y los alrededores.

Yazd es una de las ciudades más antiguas y de mayor importancia histórica de Irán. Tiene una población de algo más de 400.000 habitantes. Su historia se remonta 3.000 años atrás, a los tiempos del imperio Medo, cuando era conocida por Ysatis. La ciudad fue un centro del zoroastrismo durante la época sasánida, y hoy es su último reducto. En éste lugar estuvo Alejandro Magno y según cuenta la leyenda los Tres Reyes Magos salieron de aquí. Actualmente es una ciudad bastante moderna y cuidada. Pasear por su casco viejo es trasladarse a otros tiempos, épocas en las que las caravanas de la ruta de la seda hacían aquí su última parada antes de adentrarse en el desierto, camino de China. Sus calles estrechas, con casas hechas de adobe color rojo, enlazadas y cubiertas entre sí por arcos para protegerse del sol, hacen de esta zona un mundo de galerías, con multitud de tiendas y viejos talleres, donde se puede ver en directo el ejercicio de todo tipo de oficios. En mi opinión este casco histórico tiene unas posibilidades turísticas enormes, pero también es verdad que necesita renovarse.

Son muchos los lugares a visitar y poco el tiempo que voy a permanecer en Yazd. Para optimizarlo, divido los destinos en dos grupos: Los que están próximos y puedo ir caminando, y los que están alejados. Para éste último grupo decido contratar un Taxi drive, y qué mejor que hacerlo a través del hotel, por la garantía que esto supone. Ya con el servicio contratado y el chofer-guía de nombre Nasser a mí disposición, partimos para realizar las visitas que os detallo.


En primer lugar visitamos los jardines Dolat Abad y residencia Bagh-e Dowlat. La entrada tiene un coste de 100000 riales. Este es uno de los jardines más importantes de Irán y fue declarado Patrimonio Mundial de la Unesco en el año 2011. El agua fluye por sus canales de manera natural, simplemente por decantación. Tiene casi tres siglos y fue construido por orden del gobernador Mohammed Taqu Kan. Todo el jardín está rodeado por una muralla y tiene unas ocho hectáreas de superficie. Es muy agradable pasear por estos jardines a primera hora de la mañana.

Nuestro segundo punto de destino es el Templo de Zoroastro o Atashkadeh que significa "Casa del fuego". Este es el principal templo del zoroastrismo en Irán, y por añadidura del mundo. El edificio es sencillo y no llega al siglo de existencia. Su mayor valor es el de albergar en un altar el fuego sagrado, que arde ininterrumpidamente desde el siglo V... ¡tela marinera! Antes de llegar aquí, ésta llama ha ardido en el templo de Pars Atashkarian en Persépolis, en la ciudad de Ardakán situada a unos 60 km al noroeste de Yazd, y también en otros lugares hasta llegar a este templo.



En lo alto de la fachada principal se puede contemplar el símbolo del zoroastrismo, llamado Fravahar, religión de los antiguos persas. Zoroastro fue un profeta, nacido hacia el año 600 a.C. que predicó e impulsó el culto a Ahura (Dios) Mazda (Grande). Además del fuego sagrado, el zoroastrismo nos deja las Torres del Silencio, que eran unas construcciones funerarias.

Aquí coincido con un pequeño grupo de turistas de Madrid. Hablo con ellos un rato. Se extrañan mucho de que viaje solo por el país. Su Guía iraní me pasa información sobre donde dormir en Shiraz. En concreto me recomienda el Hotel Arg, ubicado en el centro de la ciudad, en Takhti Street, asegurándome que tiene una excelente relación calidad/precio, y que además está ubicado en el centro. Tomo buena nota de su recomendación. Me ha dado mucha alegría estar un rato con este grupo.


Dejamos este lugar para dirigirnos a un sitio muy especial, el Caravasar Zeinoddin, ubicado a unos 60 km al sureste de Yazd, lugar al que llegamos justo al mediodía. Este caravasar está en medio de una zona desértica, a la sombra de los Montes Zagros. Era una antigua parada y fonda para las caravanas que hacían la ruta de la seda, hoy reconstruido con mimo, usando el mismo tipo de materiales que lo vieron nacer hace casi cinco siglos, y actualmente acondicionado como hotel. Tiene forma circular y es único en su diseño. Dispone de 40 habitaciones, 10 de las cuales dan directamente al patio central, cada una de ellas con su fachada personalizada. Las interiores están separadas entre sí solamente por gruesas cortinas. Todo el conjunto está muy bien decorado. Sentado en la azotea de este caravasar os puedo asegurar que no es difícil imaginar las caravanas acercarse lentamente en busca de alimento y refugio, y también aquellas que se van y se pierden en el infinito, tras una nube de vapor transparente, efecto del calor que aquí hace. Un lugar para visitar, sin duda.


Tomo té en compañía de mi chófer y de un niño encantador, cuando coincido en este lugar con un grupo de italianas conducidas por Marco, con los que he podido hablar un largo rato. Una de ellas, Gabriela ha estado en Bilbao, antes y después de la transformación de la ciudad, y todo son alabanzas para nuestro querido "Botxo" que, como todo el mundo sabe, está en el mismo centro del universo :-), al menos del mundo conocido... Me ha encantado estar con ellos. Gente muy maja y con mucho mundo a sus espaldas. Arrivederci!

Son las 13h cuando iniciamos el regreso a Yazd, en el que tenemos un pequeño problema en un control militar. Nos paran. Piden la documentación y yo no tengo el pasaporte. En el hotel no me lo han querido entregar a pesar de haberlo solicitado. En su lugar me han dado una fotocopia, que es lo que le presento al militar. Permanezco un tiempo "en custodia" hasta que verifican que lo que digo es correcto. Yo también salgo del coche y voy donde está Nasser hablando con los militares. No os lo vais a creer, pero el Oficial me ha dejado en libertad con un fuerte apretón de manos... Es la leche!

Prisión de Alejandro

Una última visita, ya para finalizar los servicios contratados con Nasser. La prisión de Alejandro, también conocida como Zendan-e Eskandar. Este edificio tiene unos 8 siglos y no es el original que se levantó por orden de Alejandro Magno, hace ya más de 23 siglos. Es en este recinto donde conozco a Omid y Hadi, dos chicos jóvenes que regentan un taller-tienda muy interesante. Sus trabajos en la fabricación artística del vidrio son magníficos, tanto en el diseño como en su calidad. El colorido de las piezas que fabrican me parece de un altísimo nivel. El artista: Omid. Hablo con ellos un tiempo, ante la evidente cara de desesperación de Rezza, que está deseando cobrar los servicios e irse a su casa. Nos hacemos unas fotografías e intercambiamos nuestros contactos. Lo dicho, un lugar muy especial, que recomiendo visitar...

Son las 14:30h cuando me despido de Rezza. Han sido cinco horas en su compañía. Me ha parecido un hombre educado y amable, pero no implicado, con ganas de que el tiempo transcurra..., y en ese sentido, contrario a mi forma de ver las cosas. Tras pagar los servicios me dirijo al hotel para comer algo y descansar.
Por la tarde visito el edificio Amir Chakgmaq Tekieh, construido en el siglo XV, con una imponente fachada. En mi opinión este es un lugar que necesita cuidados y mejoras. De aquí me traslado caminando al Museo del agua, en la plaza Amir Chakgmaq. He tenido que preguntar varias veces para llegar a este lugar. La entrada al museo más bien parece la entrada a una vivienda. Un simple letrero sobre el cargadero de la puerta confirma que estamos en la entrada del museo. La entrada tiene un coste de 150000 riales. En él se exponen desde utensilios para canalizar el agua a fotografías de construcción de qanats. Confieso que esperaba más de este museo, pero ha merecido la pena.

Mi ultima visita del día: Masjed-e Jame o Mezquita del Viernes.


Su pórtico, junto con sus minaretes son los más altos de Irán. La mezquita tiene siete siglos y está revestida de azulejos blancos y azules. Aquí conozco a Saied, que va con un grupo de unas 15 personas que se están formando para Guías turísticos. Permanezco media hora con ellos, mientras su profesor les describe con detalle el interior de la mezquita. Entre ellos, sentado sobre la alfombra, me sorprende la atención con la que atienden a su profesor, con reverencia, casi como si estuvieran a punto de recibir las tablas de la ley. Preguntan constantemente a su profesor sobre cualquier detalle o duda, a la vez que graban la charla con todo tipo de artilugios, desde grabadoras hasta tablets. Evidentemente no entiendo lo que dice el profesor, pero observándole me parece un hombre muy didáctico, que habla a sus alumnos con mucho cariño y que desde luego le gusta lo que hace. Saied habla bastante bien español y está muy ilusionado en obtener una plaza de Guía. Intercambiamos nuestros contactos. Junto a mí, un hombre de mediana edad acondiciona los bordes de las deshilachadas alfombras, cosiendo una cinta a lo largo de las mismas. Su destreza y oficio son más que evidentes...




Y para ver caer el día, qué mejor que la esplendida terraza del Traditional Coffee Shop & Restaurant Karizma, ubicado a escasos metros de la mezquita, en la plaza Masjed Jame, disfrutando de un té como solo lo saben hacer y servir en Irán. El cielo totalmente despejado, mutando del color azul al amarillo dorado, intenso, que da gloria verlo, con unos 28 grados de temperatura acompañados de una suave brisa. De fondo la voz cantada del Imán, omnipresente. Es la oración de las ocho de la tarde, que todos los que aquí estamos escuchamos con escrupuloso silencio. Y presidiendo este escenario la mezquita Masjed-e Jame, con su majestuoso pórtico y minaretes, bellamente iluminados, en diferentes tonos de azules. ¡Pura magia amigos!

Le estoy cogiendo la medida a ésta ciudad histórica, parada obligatoria para cualquiera que quiera visitar este país, y a pesar del corto espacio de tiempo que he permanecido en ella, me parece un lugar muy acogedor en el que se puede ver y respirar la larga historia que posee. Simplemente pasear por las calles y callejuelas de su casco histórico, mezclarte y hablar con la gente, ya son un buen motivo para llegar hasta aquí. Puedo decir que sin haberla conocido la echaré de menos... y estoy seguro que que con mi marcha a Kerman me perderé muchas cosas interesantes que esta ciudad aporta al viajero curioso e implicado. Pero el tiempo es el que es, y por desgracia está medido.

Me gustaría también decir que han sido muchas las personas que a lo largo del día, al cruzarme con ellas, me han saludado con un "hello" o "welcome to Irán" sin llegar a detenerse. Otras muchas lo han hecho y han hablado un poco conmigo, interesándose por los motivos de mi viaje. ¡Me encanta este país!

Mañana rumbo Sur, hacía la ciudad de Kerman...

Un abrazo


No hay comentarios:

Publicar un comentario