اميدوارم سفر خوبي داشته باشم زيرا إز صميمم قلبم و با احترام به ديگران سفر خواهم كرد و اين باعث خواهد شد كه تمامي درها به روي من باز شوند

miércoles, 12 de agosto de 2015

Kashán a Yazd

Kaixo amigos,

Hoy tengo previsto desplazarme a la ciudad de Yazd, distante de Kashán unos 400 km, hacía el sureste. Me hubiera gustado hacer este trayecto en tren pero no tengo ninguno hasta las 19h, por lo que no me queda más remedio que viajar en autobús, haciendo transbordo en Isfahán.

Desayuno de nuevo en compañía de las abejas, pero como decía ayer, nos respetamos. Cada cual en su lado de la mesa :-) Pago el hotel mientras espero a Abbas, que me llevará a los jardines Bagh-e Tarikhi-ye Fin, jardines estos Patrimonio Mundial de la Unesco, desde 2011. Este lugar se conoce también como los jardines de Amir Kabir, Visir del rey qajar Nasser od-Din, que murió aquí asesinado en el interior de los baños.

A las 9h tengo a Abbas en la puerta del hotel. En unos minutos recorremos los 7-8 km que hay hasta los jardines, deja su coche aparcado y me acompaña al interior. La entrada cuesta 150000 riales. Hace diez siglos que están aquí estos jardines, en los que fluye el agua de forma constante a través de sus "qanats", que son canales subterráneos para la conducción del agua, que los persas comenzaron a construir hace veintisiete siglos y que siguen funcionando sin ningún tipo de motorización. Estos jardines están complementados por los baños -Hammam- en los que hay escenas recreando la muerte del Visir. Estos baños están totalmente revestidos de azulejos azules y blancos. Siguiendo el gusto de la época, el Hammam tiene forma de laberinto, con múltiples rincones y estancias. El conjunto de jardines y baños está muy bien, y es ideal para descansar a la sombra, oyendo el ruido del agua, en las horas centrales del día, cuando más calor hace.

Jon, primo de Siavash, Siavash, padre de Siavash
Es aquí precisamente, en los baños, donde conozco a Siavash, un hombre de alrededor de 30 años que también está visitando los jardines con su familia. Habla bastante bien español, por haber estado en Barcelona seis meses durante sus estudios. Es economista y trabaja en Jonoub Gas. Es una persona muy maja con un hobby súper interesante que no mencionaré aquí. Educado y simpático, hemos congeniado desde el primer momento. Invitado quedo para ir a su casa cuando regrese a Teherán. ¡Mamnoon!
Intercambiamos nuestras tarjetas y nos hacemos unas fotos antes de despedimos.

Además de llevarme a la terminal de autobuses de Kashán, Abbas me ayuda en la obtención del billete del autocar a Isfahán, cuyo importe asciende a 130000 riales. Nos despedimos con un abrazo. ¡Mamnoon!

Sobre las 11:0h sale el autobús que cubre el trayecto Kashán a Isfahán. Aprovecho el viaje, que dura alrededor de dos horas y media, para escribir y poner al día mis notas. Justo en el momento de llegar a la estación de autobuses me aborda un chico de unos 17 años. No sé porque razón ha intuido que soy de España y quiere saber cosas de nosotros. Su nombre Abbas (igual que el que me despidió en la estación de Kashán). Me ayuda a obtener el billete para el autobús Isfahán a Yazd, por un importe de 130000 riales. Un encanto de chaval, como un hombrecito (en el mejor sentido de la palabra), y sin dejar de sonreír en ningún momento. Me ha facilitado las cosas un montón... ¡Mamnoon Abbas!

Tengo por delante hora y media, que aprovecho para comer algo y descansar.


Varias veces he preguntado a uno y a otro en los andenes, sobre cual es el lugar desde el que partirá el autobús. No lo tengo del todo claro y necesito cerciorarme. No me gustaría quedarme en tierra por un despiste tonto. Por fin, sobre las 15,45 horas, con retraso, sale el autocar hacía la ciudad de Yazd. Por delante, alrededor de 400 kilómetros. El viaje se hace realmente pesado. Han sido 5 horas de reloj, sin ninguna parada. Ya de noche, sobre las 20:45h, llego a la estación de autobuses de Yazd, que está muy alejada de la ciudad. Sin llegar a poner el pie en tierra tengo frente a mí un montón de personas reclamando mi atención para llevarme al hotel. Espero unos minutos para tomar la decisión, mientras una docena de taxistas me rodea literalmente. Decido que me lleve un sonriente chico de unos 20 años, pero en el camino al coche, una persona con cara de pocos amigos aparta al chaval e insiste en que debo subir en su vehículo. Es evidente que en este colectivo también existen sus "fuerzas", llamémoslo así. Pero antes de subir al taxi hemos de fijar el precio, que queda cerrado en 100000 riales. Durante el viaje en Bus he seleccionado al azar el hotel donde me alojaré esta noche y posiblemente la noche siguiente, el hotel Malek-o Tojjar Antique, en el casco antiguo de Yazd.

La primera impresión al llegar a la zona, de noche, no es buena y temo por momentos haberme equivocado, por lo que le pido al taxista que me acompañe en el check-in, por si no hubiera sitio o cualquier otro problema y necesitará de sus servicios para ir a otro lugar. ¡Se niega! y se marcha de una manera absurda, se podría decir que huyendo. Ya su cara no presagiaba nada bueno...


Patio interior hotel Malek-o Tojjar Antique
No me queda otra que ir solo. Al pasar la puerta principal, las malas sensaciones que tenía desaparecen de inmediato. Estoy ante una Historical House muy bien decorada y elegante, pero aún tendré que sortear otra dificultad. Tras confirmar la disponibilidad, la Recepcionista me pide 100$USD por noche. Amago con irme, a la vez que le digo que es muy caro, que solo necesito una "single room" y que podría pagar unos 50-60$ como mucho, a la vez que pongo cara de no haber roto un plato en mí vida. Se marcha a preguntar y a su regreso me confirma una estupenda habitación individual por 50 euros (...sardina, amigo, sardina...)

En mi corta estancia en Irán ya me he dado cuenta de que en algunos hoteles es posible regatear el precio, y que los fijados por teléfono o internet suelen ser más elevados que los que podemos acordar hablando en Recepción, pero esta tarea no es fácil y requiere de cierta destreza.

Cena ligera en el hotel y a dormir. El viaje desde Kashán, en el que he empleado prácticamente todo el día, me ha dejado bastante cansado...

Un abrazo


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