اميدوارم سفر خوبي داشته باشم زيرا إز صميمم قلبم و با احترام به ديگران سفر خواهم كرد و اين باعث خواهد شد كه تمامي درها به روي من باز شوند

lunes, 24 de agosto de 2015

Valoración del viaje


Hola amigos,
 
A nadie se le escapa que Irán tiene mala imagen en España y también en el resto de países occidentales. A lo largo de estos últimos 35 años hemos conformado una opinión personal y colectiva de este país, en función de la información que nos ha llegado a través de los medios de comunicación. Yo mismo reconozco haber tenido mis dudas y reservas en los meses previos al viaje, pero aun así, tome la decisión de acercarme a esta nación, procurando hacerlo con respeto, sin prejuzgar nada y tratando de entender su cultura.

Quiero cerrar este blog haciendo una valoración personal de lo que han sido estos días en Persia..., de lo que ha sido este viaje.


La religión

No cabe duda de que la religión ocupa un lugar muy importante en la sociedad iraní, de hecho el país está gobernado por clérigos chiís. Pero más allá de esta realidad, he podido comprobar que el pueblo hace una vida más laica de lo que nos imaginamos en Occidente, especialmente los jóvenes; es decir, la inmensa mayoría de la población. Ellos están más interesados en el mundo exterior, por lo que hay fuera de sus fronteras, creo yo...

El culto se limita al interior de las mezquitas. Sentado en las alfombras, entre ellos, he tenido el privilegio de observar a los fieles rezando con normalidad, en paz, sin ningún tipo de fanatismo, cumpliendo con las obligaciones que les impone su religión, como lo pueden hacer en mi país los cristianos. Durante el tiempo que he permanecido en Irán apenas he visto alguna persona rezando en plena calle, algo muy habitual en otros países islámicos.

Sin duda alguna la visita a Qom, la ciudad sagrada del chiismo, fue para mí algo muy especial. Poder sumergirme en el santuario de Fátima, junto con miles de iranís, además en un día de fiesta nacional en Irán, fue todo un privilegio. Y todo ello sin presenciar o verme envuelto en incidentes de ningún tipo, a pesar de enorme gentío que había.


Las mujeres

Si tendría que mencionar aspectos que me han llamado poderosamente la atención en Irán, pondría en primer lugar a las mujeres. Es quizá su imagen la más controvertida y rechazada por nosotros. He comprobado que bajo el chador hay numerosas mujeres con estudios universitarios, con buena educación, que les gusta ir de tiendas, que se preparan y maquillan todo lo que su indumentaria les permite. Pero sobre todo he visto mujeres felices y alegres. Quizá más felices que muchas mujeres occidentales. He tenido la suerte de ser invitado por ellas en más de una ocasión, para hablar o incluso merendar..., sin que nadie se sintiera incomodo por ello. Soy consciente de que es una sociedad muy estricta en sus pautas de comportamiento, pero he constatado en ciudades grandes, como Isfahán o Teherán, que las mujeres más jóvenes están rompiendo poco a poco esas normas tan rígidas, pudiendo ver a muchas de ellas sin chador, simplemente con el pañuelo cubriendo su cabeza, o bien con chador, pero incorporando a la indumentaria complementos de colores.

Os aseguro que no he presenciado la más mínima falta de respeto hacia las mujeres. No sé yo si de mi país podría decir lo mismo.


La seguridad

Estoy convencido de que uno de los aspectos que más preocupan a los occidentales antes de decidirse a viajar a Irán es el de la seguridad. Este es un país en el que se supone una carencia absoluta de libertad, basándonos en lo que nos llega a través de los medios de comunicación. Pues bien, debo decir que yo he tenido y sentido, en toda mi estancia en Irán, mucha más libertad de la que tengo en mi propio país, en lo que es la vida cotidiana. Desconozco si ésta libertad tiene continuidad en las relaciones de los ciudadanos con el Estado. En ningún momento he sentido la presencia ni el acoso de la policía. Todo lo contrario a mi país, donde bajo unas libertades proclamadas a bombo y platillo, se esconde todo un entramado de sistemas de seguridad que hace que nos sintamos vigilados constantemente.

No he podido averiguar hasta qué punto las mujeres gozan de esa libertad de movimientos que menciono aquí. Tiempos atrás me consta que no podían viajar solas, sin el permiso de su marido o familiares directos, pero creo que eso ha cambiado, aunque no sé en qué grado. He podido ver mujeres solas viajando en los autobuses, con chador y sin él, recorriendo grandes distancias sin problema de ningún tipo. En uno de estos autobuses alguna de ellas ha estado hablando conmigo sin que nadie le dijera algo o le reprochara su conducta.


La gastronomía

Viniendo del País Vasco, referencia en la cocina mundial, he de pensar que la cocina iraní es muy básica, y realmente lo es... A diario, el plato base es el arroz, al que incorporan salsas, verduras y carne de pollo o cordero, acompañado todo ello de yogurt, ensaladas y fruta. Además de su alimento estrella -el caviar- hay varios productos de gran calidad, de un altísimo nivel, como pueden ser el yogurt, el pan y los frutos secos (pistachos, pasas, etc.). Algunas frutas, como es el caso del melón, son excepcionales. Beber a media tarde unos refrescos preparados con melón no tiene precio. Los numerosos tipos de especias también tienen una gran calidad, comenzando por el azafrán. Se dice de ella que es como los rayos del sol: bueno para todo y para todos... Esta especia es un condimento muy antiguo, cultivándose desde hace más de 3.000 años. Irán es uno de los principales productores en el mundo. Su precio en este país también es muy elevado.

Si algo he llevado mal en Persia, ha sido no poder beber una buena cerveza, o un par de vasos de vino en la comida. Toda la cerveza es sin alcohol, a la que añaden zumo o esencia de frutas (limón, cereza, etc.). En cuanto al vino, ni rastro de él, aunque hay quien lo está elaborando en su casa, con uva Shiraz, para su propio consumo y de forma clandestina. El origen de la cepa denominada Shiraz o Syrah está rodeado de controversias y dudas. Una de las tesis es que proviene de la ciudad persa de Shiraz, desde donde bien los fenicios, o siglos después los cruzados, la habrían llevado a Europa y de aquí a América. El racimo es de tamaño mediano, forma cilíndrica y compacto. La uva pequeña y de color azulado. Lo dicho, ni olerlo..., hasta subir al avión en Estambul con destino a Bilbao.


La música

He tenido ocasión de convivir muy de cerca con iranís, la mayoría de ellos jóvenes y esto me ha permitido escuchar música persa clásica, y también, música vigente en estos momentos en el país. Debo decir que me ha sorprendido mucho y gratamente su música. Llevaba la idea preconcebida de que sus canciones eran sosas y aburridas, pero todo lo contrario. Especialmente la música actual tiene mucho ritmo y es muy alegre. Como relataba en el post "Cumbre Damavand", he apreciado incluso similitudes con el pueblo vasco, en cuanto al gusto por la música y también en los diferentes estilos musicales.


La economía

Irán padece un bloqueo económico desde el año 1979, es decir, desde que se constituye en república islámica, a raíz de la revolución. Esta circunstancia ha dejado gran parte de su territorio en precario, con unas infraestructuras muy deficientes y carencias de todo tipo, que son más que evidentes para cualquier viajero. En este sentido, Irán es un país por crear. En mi modesta opinión es una nación en la que ahora mismo se dan las condiciones necesarias para abrirse al mundo y desarrollarse de un modo vertiginoso y sorprendente. Es un país de 80.000.000 de habitantes, cohesionado, con una edad media en su población muy baja, una juventud con estudios universitarios, preparada y con ganas de salir al mundo. Su industria petrolera, hoy anticuada, puede ser uno de los pilares que lleve a Irán a posiciones de liderazgo económico, no solo en la zona, sino también a nivel mundial. Otro pilar en el que apoyar su desarrollo será sin duda alguna el turismo. Una vez eliminada esa mala imagen que tiene en Occidente y con las medidas adecuadas, Persia puede llegar a ser una potencia turística de primer orden. Monumentos y patrimonio artístico no le faltan para ello. Yo espero y deseo que sea así.


La gente

Durante casi un mes he recorrido este país, he visto y participado de sus costumbres, he comido y bebido con iranís, he reído, cantado y bailado con ellos, incluso he dormido en su compañía. He viajado sólo por el país, pero en ningún momento me he sentido sólo. He confiado totalmente en todas las personas iranís con las que he tenido trato, tanto en las ciudades y pueblos como en la montaña, más aquí si cabe, por el riesgo que entraña. Y creo que ellos también han confiado en mí. Como ya he relatado en algunos post de este blog, han sido innumerables las personas que se han acercado para hablar conmigo, o simplemente para saludarme con un "Welcome to Irán" o un "Hello,- ¿How are you?". Puedo decir que ahora conozco un poco Persia, y también que sus gentes nada tienen que ver con la imagen que en Occidente se tiene de ellos. En su inmensa mayoría son personas muy amables, alegres y simpáticas. De la gente de Irán solo puedo decir cosas buenas. No he visto un solo robo, ni incidente alguno durante mi estancia en Irán.

También he podido constatar la enorme simpatía de los iranís por España, y por nuestro fútbol, del que son incondicionales seguidores, especialmente del Barça. Curiosamente tampoco he presenciado accidentes de circulación, a pesar del inmenso caos de tráfico que soportan, y todo ello, con una décima parte de señales de tráfico, rotondas y multas que en mí país.

No permitiré que nadie hable mal en mi presencia de las maravillosas gentes de Persia.



Agradecimientos

Finalmente quiero agradecer la ayuda y consideración que me han mostrado numerosas personas en la preparación y desarrollo de este viaje, como son: Felipe Uriarte y Ainara, de Mendiak&Herriak, Ana María Briongos, Toni Vives, Reza Fathi, Zaker Naghavi (mi guía y amigo en Takht-e Soleyman), Hosein Rezvandoost y Alí Zaraein (mis guías y amigos en Damavand), Shayan, Alireza, Arash y Parsa (amigos en Damavand), Hossein Peyghambary y su hijo Joseph. Empleados de hoteles…, taxistas como Abbas, ya amigo, que me han brindado su casa y se han desvelado por cumplir mis deseos. Y tantas otras personas anónimas que de forma puntual han estado ahí para ayudarme, apoyarme, o simplemente para hablar conmigo. También agradezco mucho los comentarios que me han dejado en este blog, recibidos con alegría, y que dejan constancia del cariño que hay detrás de los mismos. Todos vosotros habéis convertido lo que en principio era inquietud en aventura, y ésta, en felicidad.
Gracias a todos. Mamnoon!

Siempre he pensado que cuando viajas por el mundo, de alguna forma, representas a tu pueblo haya por donde vayas, por lo que la sensación que dejamos a nuestro paso irá creando -sin duda- un estado de opinión, lógicamente sobre nuestra propia persona, pero también sobre nuestro pueblo…, sobre nuestro país. En este sentido espero haberlo hecho bien.

En uno de los pasajes del libro "La cueva de Alí Babá", Ana María Briongos nos habla de sombras, de sombras alargadas, de las sombras de las personas, más grandes cuanto mayor es nuestro conocimiento y talla humana. Marcho de este país totalmente convencido de que ahora mi sombra es mucho más grande que cuando llegue. Siento que he crecido en muchos sentidos durante el tiempo que he estado en Irán y eso es debido a lo mucho que he recibido de este maravilloso pueblo.

Quizá alguno de vosotros, mientras leía este relato, se haya preguntado el motivo por el que he puesto la imagen de este niño acompañando este texto. Este es un niño que conocí en el caravasar Zeinoddin y que muy bien podría ser la imagen del nuevo Irán. Su juventud y su mirada inocente representan perfectamente a este pueblo.

Un abrazo,
Jon Galdos



viernes, 21 de agosto de 2015

Último día en Isfahán


Kaixo amigos,

Hoy es mi último día en Isfahán e Irán y quiero que sea una jornada de absoluto relax. Aunque soy consciente de que dejo muchos lugares por visitar, habrá otras ocasiones, otros viajes...

Líquido la cuenta con el hotel Venus y dejo mi abultado equipaje en su consigna hasta la noche, antes de dirigirme al centro de la ciudad.

Jon, Eshan
En la plaza conozco a Ehsan, co-propietario de la tienda de alfombras Flyng Carpet. Causalidades de la vida, comparte amistad y negocio con Parsa Gholami, la persona con la que estuve hablando un par de días atrás, no muy lejos de aquí. Habla bastante bien español. Me lleva a tomar un cappuccino con él a un lugar que conoce, y que ha resultado ser una cafetería con cierta calidad. Alrededor de una hora hemos permanecido juntos, mientras me ha sometido a todo un interrogatorio sobre mi persona y España, aunque yo tampoco me he quedado corto preguntándole a él... :-)   Es sorprendente comprobar el interés y la curiosidad que muestran los iranís por los visitantes y el mundo exterior. Nos despedimos después de hacernos unas fotos.

Es ya hora de comer y un restaurante de comida rápida en la zona de la plaza Meydan-e Naghsh-e Jahan siempre es una solución. Me decido por uno en el que estuve hace un par de días. Aquí me aguarda una grata sorpresa... Conozco de forma casual y casi simultáneamente a Carlos Moreno, José Alberto Peinado y Virginia, todos ellos residentes en Guadalajara. De inmediato, espontáneamente, hemos decidido comer todos juntos y poder así hablar de nuestros respectivos viajes.


Jose Alberto, Jon, Carlos, Virginia
Carlos, un chico muy joven, ha llegado a Isfahán sin más compañía que su bicicleta, su coraje y su fuerza de voluntad. Partiendo de España, ha cruzado Francia, Italia, Eslovenia, Croacia, Albania, Grecia, Armenia y Turquía, finalizado su viaje en Irán, en las próximas semanas. Han sido hasta ahora tres meses de pedaleo, con un historial de experiencias y anécdotas como para escribir un libro muy gordo. Una gozada oírle describir su viaje. José Alberto y Virginia viajan juntos y apenas llevan unos días en Irán, pero lo que han visto les ha encantado. Él trabaja como camera de TV para la Agencia de Noticias China Xinhua, lo que viene a ser el equivalente a la Agencia Efe española, filmando reportajes y proponiéndoselos a la agencia China para su divulgación en el gigante asiático. Virginia trabaja en una entidad bancaria. Los cuatro hemos estado contando nuestras aventuras, riéndonos con todo tipo de anécdotas, felices..!, en el interior del restaurante durante cinco horas, que a mi me han parecido cinco minutos.
Plaza Meydan-e Naghsh-e Jahan

-, Jon, Arezoo
Intercambiamos nuestros contactos, además de hacernos un montón de fotos. Nos despedimos en el mejor lugar posible, en ésta plaza mágica, que a esta hora da gloria verla, al atardecer..., llena de gente y con el sol cayendo sobre ella. Aquí conozco a Arezoo y a una amiga suya. Nos hacemos fotos con ellas y también con otras personas que quieren fotografiarse con nosotros.

No puedo marchar de Isfahán sin despedirme de Joshein y de su hijo Joseph. Son casi las 20h cuando me encamino hacía su tienda, con el temor de encontrarla cerrada, por ser hoy día festivo. Pero no, aquí están padre e hijo, que me reciben una vez más con cordialidad. Permanezco un rato hablando con ellos y nos despedimos. Joshein lo hace diciéndome: En Isfahán tienes un amigo. Que sepas Joshein que en Euskal Herria también tienes un amigo. Tus atenciones conmigo han sido muchas y yo las agradezco. Mamnoon!


Josep, Jon
Regreso rápidamente al hotel, porque he de terminar de organizar todo el equipaje con el fin de evitar cargos en el aeropuerto por exceso de equipaje, pero está claro que hoy voy a ver más españoles que durante toda mi estancia en Irán. Ha sido entrar en Recepción y conocer a Josep Portell, de Barcelona, que estaba haciendo tiempo para desplazarse a Hamadán en un bus night. Amante de los viajes y de la fotografía, de la que es un profesional, hemos estado una hora entera hablando de viajes, y de Irán en particular. Es su segundo viaje a Irán y me asegura que habrá un tercero. Una persona súper maja y respetuosa al máximo. Un placer Josep, estamos en contacto.

Hoy tenía planificada una jornada de absoluto relax y puedo decir que no he parado. Esto es Irán y aquí no se puede planificar absolutamente nada :-)  Son las 22:00h y aún no he cenado. Se me echa el tiempo encima...

Antes de ir al aeropuerto de Isfahán, solicito al personal del hotel Venus la posibilidad de ducharme y, de forma altruista, me ceden una de las habitaciones para que pueda hacerlo. Un detalle que agradezco, y que dice mucho del nivel de servicio que proporciona este hotel a sus clientes. Mamnoon!

El aeropuerto de Isfahán se encuentra a unos 30 km al noreste de la ciudad. Con sinceridad, creo haber tenido suerte con el taxista, un hombre de avanzada edad, y que solo habla farsi. Mientras vamos hacia el aeropuerto pienso en la dura vida de este hombre. Para los que no hayáis estado nunca en Irán os diré que el tráfico es un auténtico infierno. Ser taxista aquí tiene mucho mérito. El importe del trayecto ha sido de 250000 riales (unos 7 euros), que para la distancia y la hora qué es, me parece un precio bueno y ajustado.

Con todos los trámites del aeropuerto hechos, y a falta solo de que abran la puerta de embarque para entrar en el avión que me llevará a Estambul, cierro este post.

Un abrazo



jueves, 20 de agosto de 2015

Estancia en Isfahán (3)


Hola amigos,

Es casi mediodía cuando dejo el hotel y me pongo en marcha. Como veis, lo que es prisa-prisa no me doy ninguna  :-)


De camino a la plaza Meydan-e Naghsh-e Jahan, me adentro en el bazaar Honar, una galería dedicada por entero a la joyería, en la que podemos encontrar más de 70 comercios. Todo el bazaar está sumamente cuidado, con tiendas donde es posible comprar cualquier objeto en oro, plata y brillantes que se pueda imaginar, además de piezas de relojería. Pasear por este bazaar me ha servido para comprobar que tengo buen gusto, pero no el dinero suficiente. Un ejemplo: Me he fijado en un pequeño reloj de oro, de señora, super bonito... He entrado en la tienda con la curiosidad de saber lo que costaba y, no diré el precio, pero era... ¡la pieza más cara que tenían expuesta! La verdad es que como hombre pudiente, como rico, creo que no haría un mal papel ;-)


Sobre las 13:30h intento visitar la mezquita Masjed-e Sheikh Lotfollah, situada en la misma plaza Meydan-e Naghsh-e Jahan, frente al palacio Alí Kapu, pero no he podido hacerlo por estar cerrada a las visitas en ese momento. Como alternativa, me encamino hacia la mezquita Masjed-e Enam, situada a escasos cien metros. La entrada supone un desembolso de 150000 riales. Su construcción data del siglo XVII y la impulso el monarca Shah Abbas I. Es muy ingeniosa la doble cúpula central, de 54 m de altura en el exterior y de 38 m en su interior. Esto crea bajo el centro de la cúpula, justo en su vertical, un efecto sonoro único, una especie de efecto diapasón. La persona que en éste punto pronuncie unas palabras, aunque sean dichas en un tono muy bajo, serán oídas perfectamente en toda la sala, incluso en sus puntos más alejados. En su momento marcó un hito en la arquitectura persa, y su original diseño fue copiado en la construcción de numerosas bóvedas en todo el mundo.
A partir de unos dos metros de altura, toda la mezquita está revestida en azulejos pintados en tonos blancos, azules, verdes y amarillos.
Debo decir que la mezquita se encuentra en obras en estos momentos, y por ello la visita a la misma queda muy deslucida. En taquilla no se informa al visitante de ésta circunstancia. Mal, muy mal.

Después de la visita, comida de supervivencia en un "fast food" y a saborear un helado en ésta esplendida plaza, tantas veces mencionada en este blog, sobre la hierba..., bajo la sombra de sus árboles, viendo pasar y pasear a la gente, observando sus calesas alineadas en fila de a dos, admirando sus tiendas y el glamour que se respira en todo el recinto... ¡Me encanta este lugar!

Hossein, Jon
En el último tramo de Sadi Street, antes de acceder a la plaza Meydan-e Naghsh-e Jahan, hay varias tiendas de miniaturas, una de las muchas expresiones del arte iraní. De entre todas ellas, me ha parecido la de Hossein Fallahi la mejor, sin duda. Además de tienda también es galería de arte. No he podido marchar de este lugar sin comprar unas miniaturas de recuerdo. Me hubiera gustado llevarme más piezas, pero el precio es muy elevado, incluso para los europeos. De todas formas entiendo que esto sea así, ya que detrás de cada obra hay un trabajo importante. Antes de marchar Hossein ha querido hacerme un regalo. De su pincel, delante de mis ojos, ha dibujado un busto persa con su afilado pincel, que además me ha dedicado. Mamnoon!

Bajo el vidrio que cubre por entero la mesa de despacho de Hossein hay expuestas numerosas tarjetas de visita, entre las que he podido ver la de Toni Vives, que recaló en la tienda hace 4 días, y también la de Mohamed Ezzedine, director general de Byblos Tours (Bilbao), entre otras... Para los que pudieran estar interesados dejo aquí la posición Gps: 32.655879, 51.675405

Al finalizar el día me acerco a la tienda Joseph Carpet, para visitar a Joshein y a su hijo. No puedo ir con las manos vacías, así que compro unas cuantas cervezas sin alcohol para beber en la tienda. Me reciben con mucha cordialidad. En ese momento, están acompañados de un chico muy joven de Noruega, y de su guía iraní de nombre Alí, al que ha contratado para que le enseñe Isfahán.

Mañana es viernes y por tanto día de fiesta para los iranís. El viernes para ellos es equivalente a nuestro domingo. El caso es que hoy no he conseguido comprar los famosos pistachos iranís (que se cultivan en Kerman...) y otros frutos secos, también de gran calidad. Ha sido comentárselo a Joshein y en unos minutos estábamos de camino a una tienda de su confianza, primero en taxi y luego caminando. Así, he podido comprar productos de calidad a buen precio y solventar un problema. Gracias otra vez Joshein por tu ayuda.

Hemos regresado paseando hasta la puerta de mi hotel, frente a la que me despido de él, prometiéndole que mañana pasaré a visitarle, antes de partir para Estambul.

Después cena rápida y ligera en el restaurante del hotel. Tengo bastante lío con todo el equipaje. He de embalar todo con precisión, a fin de evitar recargos en el aeropuerto por exceso de peso en el equipaje facturado. Esto me llevará un buen rato, con toda seguridad, pero ya tengo oficio y tampoco me agobia lo más mínimo.

Un abrazo

miércoles, 19 de agosto de 2015

Estancia en Isfahán (2)


Kaixo amigos,

Sin prisa alguna, tras el desayuno, sobre las 11,30h me acerco a la tienda "Joseph Carpet" para recoger el equipaje que deje aquí el pasado 9 de Agosto. Me recibe su dueño: Joseph. Hablamos un rato y recojo el equipaje para llevármelo al hotel. Además, quedo con Joshein en vernos a las 9,30 de la noche, hora en la que cierra la tienda. ¡Mamnoon!

Interior mezquita Masjed-e Jame
A continuación, tras recorrer los kilométricos bazares de Isfahán, preguntando a uno y otro, he conseguido dar con la oculta Mezquita del Viernes, Masjed-e Jame, sobre la una y media de la tarde. Os puedo asegurar que no ha sido una tarea fácil. Tiene una antigüedad de 10 siglos y ocupa una superficie de 2 hectáreas, siendo la mezquita del Viernes más antigua de Irán. Sus techos son de ladrillo caravista, en color marrón claro, sin rastro de llamativas lámparas colgando de sus cúpulas. La sensación que transmite es de sobriedad y recogimiento. Desde hace escasos años, incluida en el catálogo de bienes Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco. Aprieta el calor y éste es un buen lugar para evitarlo. En su interior se está francamente bien, recostado sobre sus alfombras.

Después de comer algo ligero en un "fast food" de los alrededores de la plaza Meydan-e Naghsh-e-Jahan me dirijo al palacio Ali Qapu, uno de los puntos emblemáticos de Isfahán, ubicado en uno de laterales de esta plaza, frente a la mezquita Lotfollah. Este edificio se construyó por mandato del Shah Abbas I, para acoger visitas y personalidades extranjeras. Tiene 6 plantas, con un tipo de decoración distinto en cada una de ellas. La planta noble estaba en el tercer piso, abierto y con vistas a la plaza. El sexto piso estaba reservado a las recepciones oficiales. La entrada más la audio guía cuestan 300000 riales, precio muy elevado a mi entender, por dos razones. Una, porque el edificio está en obras en este momento; y dos, porque solo enseñan una mínima parte de lo que fue el palacio, que en su día seguro que fue esplendido.

Una buena forma de terminar el día en Isfahán es hacerlo paseando por ambas riberas del río Zayandeh, muy bien urbanizadas y ajardinadas, entre los puentes Sio She y Khaju. Ayer visite el primero, hoy le toca a éste último...


Puente Khaju
El puente Khaju, llamado también Baba Roknoddin, fue construido en el siglo XVII por orden del rey persa Shah Abbas II y está considerado uno de lo puentes más bellos del mundo. Une el barrio de Khaju, del que toma el nombre, en la orilla norte, con el barrio Zoroástrico, en su orilla sur. Hecho de ladrillo y piedra. Sus dos plantas, 24 arcos, 132 m de longitud y 12 m de ancho hacen de él algo majestuoso. Su parte inferior tiene como finalidad actuar de represa, canalizando el agua sobrante para regadío. A este puente acuden multitud de iranís, al atardecer, para ver la puesta de sol. El cauce seco del río es lo único que desmerece en este esplendido lugar. Una vez al año, hacía el mes de Abril, vuelven las aguas al río. Esto se ha convertido en algo muy señalado, especial..., que los isfahaníes lo han asumido como si de un día de fiesta se tratara, acudiendo en masa para disfrutar del acontecimiento, apostados en sus riberas y puentes.

Alfombra tejida por las dos hermanas
Tal y como habíamos acordado, a las 21:30h en punto, acudo a la tienda Joseph Carpet donde permanezco un buen rato admirando las alfombras que Joshein y Joseph van desplegando delante de mí, a la vez que me van explicando la personalidad y el alma de cada una de estas alfombras, porque amigos, cada una de ellas tiene su historia, la mayoría de veces muy interesante. Las hay de lana de cordero, de camello, de seda..., de todos los tamaños, formas, colores y calidades. Os aseguro que todas son magníficas, pero de entre ellas, algunas alcanzan un nivel extraordinario. Pongo como ejemplo una alfombra de seda, de aproximadamente 1,40 x 0,70 m, tejida a dos caras, hecha a mano por dos hermanas de 13 y 14 años, una por cada lado de la alfombra, durante 6 meses de duro trabajo, en una aldea del sureste de Irán. Y todo ello de cabeza, sin ningún tipo de plano o diseño previos. Es sorprendente que haya personas que sean capaces de hacer algo tan hermoso y de tanta calidad. ¡Puro arte!... y detrás de ese arte, una gran inteligencia.

Joshein, Arezoo, Jon
Después de cerrar la tienda me han invitado a cenar en su casa. Allí nos estaba esperando Arezoo, esposa de Joseph, y lógicamente, nuera de Joshein. Estudiante de último año de Exactas, me ha saludado con mucha cordialidad, incluso dándome su mano, que para los que no conocéis ésta cultura, os diré que este detalle tiene un gran significado, ya que no está bien vista esta forma de saludo entre hombres y mujeres, salvo entre familiares. Con esto lo digo todo. Entre los tres han preparado una estupenda y típica cena iraní. Sin desmerecer lo más mínimo ninguno de los platos que tenemos sobre la mesa, quizá debido a mis gustos personales, me han parecido sobresalientes el yogurt (presente en todas las comidas persas) y un extraordinario pan hecho de maíz y verdura, artesanal, parecido de presencia al talo vasco, que puede llegar a aguantar hasta 3 meses antes de comerlo. Muy bonita la casa de Joshein, con un gran salón como eje central de la vivienda, tapizado con tres esplendidas y enormes alfombras iranís. Entre los numerosos cuadros que adornan el salón, me ha llamado la atención uno con el documento de la dote de boda de Arezoo y Joseph, firmado por hasta siete personas, algo parecido a los documentos notariales sobre dotes, que no hace tantos años, era muy frecuente en Euskal Herria. Yo mismo he tenido en mis manos alguno de estos documentos.

Gracias a los tres por la cena y también por vuestra amabilidad y consideración. Quedo con Joshein en hacerles una nueva visita, mañana al anochecer.

Un abrazo


martes, 18 de agosto de 2015

Estancia en Isfahán (1)


Kaixo amigos,

Son las 05,45h cuando llegamos a la terminal Sur de autobuses de Isfahán, situada en Hezar Jarib Street, a unos 10 km del hotel en el que tengo previsto alojarme. Han sido un total de 7 horas para cubrir un trayecto de apenas 500 km, en el que ha habido abundantes paradas, dos de ellas debidas a controles policiales. En uno de estos controles la policía ha entrado en el interior del autobús.

Un taxi me deja 20 minutos más tarde, en el hotel Venus, ubicado en Amadegah Street, pero no puedo hacer el check-in al menos hasta las ocho de la mañana, ya que no prevén disponer de habitaciones hasta esa hora. Hamed, la persona que tan espléndidamente me atendió en mi estancia el pasado día 9, me sirve un café para hacer la espera más llevadera.

Efectivamente, sobre las 08:30h, me asignan una habitación y puedo así descansar hasta el mediodía. No deseo hacer ninguna visita durante la mañana. Necesito dormir y recuperarme...

Ya en pie, lo primero que haré es presentaros esta ciudad. Isfahán es la tercera ciudad en orden de importancia de Irán, por detrás de Teherán y Mashhad, con algo más de dos millones de habitantes. Situada aproximadamente en el centro del país, a unos 1600 metros de altitud. Es una de las ciudades mas bellas de Oriente, Patrimonio Mundial de la Humanidad y hermanada entre otras con la ciudad de Barcelona (quizá esta sea la razón por la que adoran al Barça...)

Posee un patrimonio artístico de primer orden, con importantes monumentos históricos, además de una magnífica artesanía. Las instalaciones hoteleras también son de calidad. De todas las ciudades que he visto en este viaje, Isfahán me parece la más cuidada, moderna y con más glamour de todo Irán.

La ciudad, ya desde la época de los Aqueménidas (550 aC - 331 aC) fue residencia real. De todos los reyes que por aquí han pasado, ha sido sin duda el monarca sasánida Sha Abbas, al que se debe en gran medida, el importante patrimonio artístico e histórico. Los viajeros que visitaron la ciudad en aquella época la describieron como la ciudad más próspera del mundo, que ya por aquel entonces contaba con un millón de habitantes. La grandeza de sus monumentos y su profundo sabor histórico han permitido acuñar el lema: "Isfahán, la mitad del mundo"


Son las 13h. y habrá que moverse..., y que mejor para combatir el intenso calor que visitar el palacio Hasht Behesht, y especialmente su jardín Shahid Ra'jaei. Este edificio fue construido en 1669 por orden del Shah Suleiman. Levantado en ladrillo caravista y madera, el conjunto está en buen estado de conservación y su diseño es atractivo y original. El interior del edificio está cerrado y no se puede visitar, supongo que por algún motivo coyuntural. Pero yo he valorado y agradecido más los jardines, por el elevado calor que hace, en estos momentos superior a los 40 grados. Éste es uno de los lugares preferidos por los habitantes de Isfahán, para relajarse y pasear, pudiendo ver a numerosas personas comiendo, tomando té, y también durmiendo sobre la hierba, a la sombra de sus numerosos árboles.

Continuo el recorrido por Sepah Street, una calle muy concurrida que desemboca en la plaza Meydan-e Naghsh-e-Jahan. En esta calle se dan cita numerosas zapaterías, algunas con cierto nivel. Y que mejor lugar para comer que esta magnífica plaza. Hace un calor horrible y me vendrá bien un respiro, amparado por el aire acondicionado.


Con puntualidad británica, coincidiendo con la hora del té, visito el palacio y jardines Chehel Sotoun, situados a escasos metros de Sepah Street y compartiendo vecindad con el Museo de Historia Natural. Éste es uno de los jardines iraníes inscritos en el Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. El palacio, ubicado en el centro del parque, fue construido por orden del Shah Abbas II, siendo en su época lugar habitual en recepciones de dignatarios y embajadores. Chehel Sotoun significa "Cuarenta Columnas" en persa y su nombre fue inspirado por las veinte esbeltas columnas de madera que sostenían el pabellón de entrada, que, al reflejarse en las aguas del estanque próximo, parecen ser cuarenta columnas en realidad. En su interior podemos ver y admirar pinturas que cubren la totalidad de paredes y techo, representando escenas históricas, magníficamente compuestas.


De aquí, siguiendo Boulevard Chahar Bagh-e Abadi, la principal avenida de Isfahán, me dirijo a mi siguiente destino, Sio She Pol, que he dejado deliberadamente para el final para poder verlo de noche, iluminado. Este esplendido puente de 33 arcos, 300 m de longitud y 14 m de ancho, cruza el río Zayandeh. Fue construido por orden del Shah Abbas I, hace algo más de cuatro siglos. Es sencillamente esplendido y un icono de la ciudad. Por la noche, son multitud los que se acercan a él para pasear y disfrutar de la caída del sol, apostados en sus orillas y a lo largo del puente.

Hoy debo reconocer que el calor ha conseguido derrotarme, dejándome literalmente sin fuerzas. Cena ligera, apenas una ensalada y a dormir...

Un abrazo

lunes, 17 de agosto de 2015

Estancia en Shiraz


Hola amigos,

Hoy quiero dedicar el día a ver Shiraz, simplemente a pasear, a dejarme sorprender por lo que me vaya encontrando y disfrutar de esta ciudad, capital de la provincia de Fars, que ha dado nombre al idioma de Irán, el farsi.

A mediodía visito la principal mezquita de Shiraz: Shah-e Cheragh. Es un lugar santo y de peregrinación ya que aquí está enterrado Sayyed Mir Ahmed, hermano del Imam Reza, el octavo Imam, cuya tumba se venera en Mashad. Mir Ahmed fue torturado cuando iba de camino a Tus y por eso se le venera como santo. El edificio corresponde al siglo XIX y tiene uno de los patios más grandes de Irán.


Nada más llegar a la puerta principal uno de los vigilantes ha llamado a una persona de la Oficina de Guiaje Islámico. En unos minutos se ha acercado un hombre vestido de riguroso negro, con una banderola amarilla y blanca, en la que solo he conseguido leer "...International...", para recabar información sobre mi, informarme de algunas normas de la mezquita y también para acompañarme a unas oficinas en las que solo hay mujeres vestidas de riguroso chador. Una de ellas me ofrece agua y té, a la vez que me entrega un manifiesto en español para que lo lea, firmado por el Ayatollah Sayyed Alí Jameini, en el que se puede leer su rechazo a la apropiación de la religión islámica por parte de los terroristas, a la vez que pide, se averigüen los motivos por los que Occidente rechaza el islam. También me solicita que deje un escrito en el Libro de Visitas.


Después de estos formalismos, un segundo hombre, con una banderola similar al anterior, me ha acompañado por las dependencias de la mezquita. Incluso he realizado algunas fotografías, siempre con su permiso. El interior del edificio me ha parecido espléndido, totalmente revestido de pequeños espejos y vidrios de colores. De sus cúpulas cuelgan enormes lámparas de vidrio, muy bien iluminadas. He estado sentado entre los creyentes, e incluso me han permitido visitar el sepulcro de Sayyed Mir-Ahmad, todo él revestido en plata. Las mujeres también pueden entrar y tocar el sepulcro, pero han de hacerlo desde el área de la mezquita reservada para ellas, con chador, descalzas y sin dar la espalda al féretro al salir del recinto. Al finalizar la visita, le he pedido a mi acompañante permiso para quedarme solo un tiempo más, a lo cual ha accedido. En mi opinión es una de las mezquitas más hermosas que he visto en este país. De noche, iluminada llega a ser majestuosa.

Jardines museo Pars
Después de comer, y ya de camino al hotel realizo mi última visita en Shiraz. El museo Pars. Está situado a escasos metros de la ciudadela Arg-e Karim Khan. Es uno de los museos más antiguos de Irán. Dicho esto, se trata de un edificio pequeño, de forma octogonal y tres alturas, que alberga muy pocas obras de interés. El recinto está gestionado y protegido por militares. Lo más relevante, la tumba de Karim Khan. La entrada cuesta 100000 riales. A mi juicio es un precio elevado y solo el disfrute de los jardines, con muchos naranjos y otro tipo de árboles compensa el desembolso.

En el hall del hotel Eram conozco un grupo de españoles, en el que hay personas de Barcelona y Santander..., al menos. Es su primer día en Irán. Me ha hecho mucha ilusión verles y poder hablar un rato con ellos de éste país y de la goleada del Athletic al Barça  ;-)

Desde aquí les deseo un feliz viaje y estancia en Persia.

Sin agobios ni incidencias, consigo subir al autobús que me llevará a Isfahán, diez minutos antes de su salida, a las 23:00h. Es un autocar Vip, bien acondicionado. A ver si consigo dormir algo...

Un abrazo



domingo, 16 de agosto de 2015

Kerman a Shiraz y Persépolis


Hola amigos,

El viaje nocturno desde Kerman a Shiraz ha durado 8 horas exactas, pero se ha hecho muy llevadero por tratarse de un autobús Vip, con las comodidades que esto supone. Nada más poner pie en tierra lo primero que hago es tratar de comprar el billete para el autobús nocturno de mañana día 17, con destino a Isfahán. Ésta es una terminal muy grande en la que operan un gran número de compañías, y con toda la información al viajero en farsi. Intuyo que no lo voy a tener nada fácil. Decido ir al centro de la estación, para desde aquí "repartir" mis esfuerzos.. :-)  Una vez más me equivoco en mis presagios. En cuanto llego al centro, tengo la suerte de dirigirme a la persona correcta. Consigo explicarle mis intenciones y rápidamente me deriva a una ventanilla próxima, donde obtengo el pasaje para el el autocar. He resuelto esta situación en apenas 20 minutos. Bieeen!

Ya con billete en el bolsillo, tomo uno de los innumerables taxi que tratan de conseguir viajeros en la enorme estación de autobuses de Shiraz. En esta ocasión viajo con un hombre mayor, que no habla una sola palabra en inglés. Su nombre: Moadí. Son las 06:40h y no tengo ningún hotel reservado. Otro punto a resolver... En primer lugar intento conseguir habitación en el hotel Arg, que me recomendó días atrás un guía iraní, pero no hay plazas. Realizo un segundo intento en el hotel Kowsar, con idéntico resultado. Es en la tercera ocasión cuando logro una habitación en el hotel Eram Shiraz, ubicado en Zand Street.

Moadí se ha implicado en la localización del hotel, me ha ayudado y ha sido paciente, por lo que decido contratar sus servicios en la modalidad "taxi drive" para visitar Persépolis, Naqsh-e Rajab y Naqsh-e Rustan. Como no habla nada de inglés cerramos el acuerdo a través del Recepcionista del hotel. Son las 7 de la mañana, necesito asearme y desayunar, por lo que le pido media hora para todo ello. A las 07,30h partimos rumbo a Persépolis, distante unos 75 km al norte de Shiraz, carretera de Isfahán, lugar donde llegaremos tras una hora de viaje.



Tumba Artajerjes II
Persépolis. Solo pronunciar su nombre es suficiente para trasladarte a otras épocas, en concreto a los tiempos de Darío I, que fue quien inicio su construcción allá por el año 518 a.C. Apenas 187 años se mantuvo en pie ésta ciudad, siendo destruida por el ejercito de Alejandro Magno en el año 331 a.C. Tras Darío I, Jerjes y Artajerjes I potenciación y mejoraron la ciudad. Fue una de las ciudades más ricas e importantes de su época. Se asegura que Alejandro Magno, tras tomar la ciudad, necesito 500 camellos y 100 mulas para poder llevarse los tesoros allí acumulados. De todo este conjunto habría que destacar:
  • Doble escalinata de acceso, opuestas entre sí. 
  • Puerta de Jerjes, con magnificas esculturas en ambos lados, que representan unos toros.
  • La apadana, que era el salón de recepciones, con escaleras muy bien decoradas con bajorrelieves que representan escenas de la vida persa. Era capaz de albergar a 10.000 personas. En este lugar sobra la cubierta que han colocado sobre la apadana. Desluce totalmente esta sala y todo el recinto histórico. 
  • Salón del trono, en su día con cien columnas de 20 m de altura. Viendo sus restos, poca imaginación hay que tener para no darse cuenta que fue un lugar realmente espectacular. 
  • Palacio de Darío I
  • Palacio de Jerjes, con excelentes relieves
  • Museo de Persepolis. Me ha dado mucha pena no poder visitarlo por falta material de tiempo.

Bajorelieve en salón de recepciones
En referencia a la atención al visitante debo decir que es muy pobre. No facilitan folletos e información alguna. Además, el personal que atiende este lugar, tampoco se esmera en facilitar las cosas al turista, más bien al contrario. Para muestra este detalle: La distancia entre la taquilla donde se obtienen los tickets de entrada y el control de acceso al recinto histórico es de unos 450 metros. Cuando llegas a este control con el billete de entrada, el guardia de seguridad te envía de nuevo a la taquilla para que dejes en consigna tu pequeña mochila o bolso, en el caso de las mujeres. Pues bien, en la taquilla no informan a ninguna persona de este requisito en el momento de comprar la entrada, lo que obliga a caminar casi un kilómetro ida y vuelta, bajo un sol de justicia, con el fin de cumplir este requisito. Este ha sido mi caso y el de muchos otros visitantes. La desidia del personal de las taquillas es más que evidente.

Rey Sepur I y su sequito
Mi segunda visita es a Naqsh-e Rajab, distante unos pocos kilómetros de Persépolis. La primera impresión no es buena. Me encuentro un vallado con una caseta metálica, pequeña, en cuyo interior hay un hombre desaliñado. Es escenario se parece más a una obra que a un lugar histórico a visitar. Tras pagar la correspondiente entrada accedo al interior. Sigo una corta senda que me lleva a un lugar, podríamos decir oculto, en el que me encuentro tres grandes rocas, dispuestas en forma de "U", con unos magníficos bajorrelieves del periodo Sasánida, del siglo III, uno en cada roca, en que se pueden ver escenas del rey Sepur I y su séquito. O también, al Dios Ahura Mazda entregando la diadema real Artajerjes I

Este lugar necesita una puesta en valor urgente. Es un tesoro el que hay aquí y el entorno está muy descuidado. Tampoco se facilita información alguna en taquilla, ni hay una persona encargada de explicar los bajorrelieves.

El siguiente destino: Naqsh-e Rustan. A lo lejos, sin llegar aún, a medida que te vas aproximando, ya sientes que lo haces a un lugar muy especial, yo diría que grandioso. El conjunto monumental es espectacular y da la medida de lo que fue la cultura persa. Estamos hablando de construcciones que llegan a tener 4.500 años de antigüedad.



Me siento en un alto que hay frente a los monumentos, para contemplar y admirar las cuatro enormes cruces excavadas en la roca, en cuyo interior estarían las tumbas de Darío I (ésta, confirmada), Darío II y Artajerjes I, y una cuarta probablemente destinada a Darío III. Ademas de las cruces también hay excelentes grabados y bajorrelieves de la época sasánida. Las cruces tienen alrededor de 23 m de altura y están dispuestas a unos 20 metros del suelo, calculo yo...

Frente a las cruces, la Torre del Fuego, junto a la que estoy sentado. Llamada también cubo de Zoroastro, fue construida en la época aqueménida y mide unos 23 m de alto y 7 m por cada lado. Os puedo asegurar que me ha encantado este lugar. Tiene mucha fuerza y magia. Se encuentra además muy bien conservado. La verdad es que cuesta marcharse de aquí...

(Para más información sobre Persépolis, Naqsh-e Rajab y Naqsh-e Rustan recomiendo leer la guía de Irán, de Toni Vives, editorial Laertes)

Ya en Shiraz, procede descansar un poco en el hotel, evitando así el intenso calor que hace en el exterior. Aprovecho para escribir y publicar algún relato en este blog.


Son las 17,30h y es un buen momento para visitar otros lugares de Shiraz. Decido comenzar por la ciudadela Arg-e Karim Khan, una fortaleza construida en el siglo XVIII por orden de Karim Kham. Situada en el centro de la ciudad, junto al bazaar Vakil. De forma rectangular, con altos muros de ladrillo, adornados con alguna imagen realizada con el mismo tipo de material. En cada una de sus esquinas, gruesas torres, alguna de ellas con mucho desplome. En el interior una plantación de naranjos cubre prácticamente todo el patio, compartiendo estanque en su punto central. También es posible visitar un pequeño museo, ubicado en uno de los laterales de la plaza. No falta un "Hammam" o sala de baños, hoy en desuso.

Junto a esta Ciudadela, en el paseo peatonal, se encuentra una Oficina de Turismo, donde a lo más que podemos aspirar es a un mapa de la ciudad, en inglés.


Es a la salida de este recinto donde conozco a Nasser, un hombre de unos 35-40 años. Se acerca para saludarme y hablamos un rato. Es guía turístico para grupos alemanes. Viendo el poco tiempo que permaneceré en Shiraz, decido contratar sus servicios para que me enseñe la ciudad. La realidad es que no ha sido así exactamente, pero voy a dejarlo escrito de este modo en el blog. A veces la vida nos pone en situaciones complicadas y nos obliga a hacer cosas difíciles de entender. De su mano he recorrido varios lugares interesantes de Shiraz. Hemos tomado té en una de las Té House más singulares, antiguas y bonitas de la ciudad. Ha sido también muy interesante recorrer el Bazaar siguiendo sus explicaciones, visitando los dos antiguos caravasares ubicados dentro del recinto; uno de ellos, bien conservado e integrado en la vida comercial del Bazaar, con numerosas tiendas..., el otro en peor estado.

En nuestro recorrido por el Bazaar hemos hecho un alto en la Madrasa Jan. Esta escuela de estudios coránicos fue fundada en 1615 y en parte fue restaurada en el siglo XIX, tras haber sido dañada por un terremoto. En su interior hay un patio con una fuente central, en el que la ausencia de ruido se hace notar. He podido ver las aulas donde estudian los alumnos, algunos de ellos durante largos años. De la mano de Nasser he tenido también la oportunidad de conocer a un "mullah", una persona entrada en años, descendiente directo del Profeta, reconocible por su turbante negro. He tenido la ocasión de estar y hablar un rato con un "seyyed".



Una de las cosas que más me ha sorprendido es ver los alrededores de la mezquita Sha-e Cheragh abarrotados de gente, la mayoría mujeres, sentadas sobre la hierba, bajo los árboles, cenando al aire libre, con la mezquita y sus minaretes de fondo, bellamente iluminados.

Han sido unas cuatro horas en compañía de Nasser que me han permitido conocer un montón de sitios. Ya de noche, me acompaña incluso hasta mi hotel ¡Mamnoon!

Cena ligera en el buffet del restaurante del hotel Eram y a dormir. Son ya muchos los días en Irán, con mucho trote y tensiones de todo tipo. El cansancio acumulado está haciendo mella en mí. Tengo ganas de llegar a Isfahán y descansar un poco realmente.

Un abrazo



sábado, 15 de agosto de 2015

Estancia en Kerman


Kaixo amigos,

Hoy después del desayuno he conocido a Alí, un hombre de unos 60 años, pelo blanco y bigote, muy delgado y fumador; y además, dueño del hotel Amin. Con él, me he tenido que medir en el pago de la habitación. He mantenido una dura pugna, aunque amistosa, para determinar el precio a pagar. Todo ello por una diferencia de 50000 reales en la conversión de las monedas, que finalmente se ha saldado a mi favor. Estamos hablando de 1,5 euros, pero lo acordado es lo acordado... ¡Como soy!  :-)

Alí habla bastante inglés y me facilita información de los lugares que podría visitar en las horas que aún permaneceré en Kerman. También me permite dejar el equipaje en el hotel hasta mí regreso, a última hora de la tarde.


La primera visita la realizo al Bazaar, que siempre está bien, y a primera hora de la mañana especialmente bien, antes de que sus 3 km de galerías se llenen de gente. Hoy, y también días atrás, me he fijado mucho en el modo en el que están construidos los bazares. Sus calles cubiertas, abovedadas, con dobles arcos enfrentados y ventilación natural en el punto más alto, son esplendidos. Permiten que no sientas agobio alguno, aunque en el exterior haya más de 40 grados y sus calles estén llenas de gente. La protección contra el sol y la ventilación están totalmente conseguidas. Y lógicamente, en caso de lluvia también estás protegido.

Quiero contar una anécdota que me ha ocurrido cuando trataba de encontrar la mezquita del Viernes, y que da la medida de lo que es el pueblo iraní. No consigo localizar ese lugar y me dirijo a un mujer de unos 35 años que está en compañía de su hijo de corta edad, para preguntarle por donde debo de ir. Me dice el lugar exacto en el que me encuentro y por donde debo dirigirme a la mezquita. Hasta aquí todo normal... El caso es que la madre y el niño acaban de comprar unos helados en una tienda próxima. Ella, después de darme la información que le he solicitado, me ofrece su helado, aún sin empezar. Me quedo mirándola asombrado, sin saber que hacer. Le digo que no lo puedo aceptar, pero ella insiste una y otra vez, hasta que decido cogerlo. Todo esto con una amabilidad encomiable. Nosotros, los de Occidente, los civilizados, nunca haríamos una cosa así. En este sentido me avergüenzo de pertenecer a ese mundo y me honra esta mujer con un detalle como el que ha tenido conmigo, con un extraño... ¡Cuanto tenemos que aprender!

Pensativo por el detalle de esta mujer, me dirijo a la mezquita del Viernes o Masjed-e Jame.


Aquí conozco a unas mujeres iranís, de Teherán, que están de vacaciones en Kerman. Una de ellas se acerca a mí. Muestra mucho interés en conocer como es España, como vive la gente, etc. También me pregunta por los motivos de mi viaje y se sorprende de que lo haga solo. Ella es profesora en Teherán. Puedo decir que he hablado con varias mujeres desde que estoy en Irán, y la mayoría de ellas han estudiado una carrera universitaria. No quisiera hacer juicios de valor, pero en general, yo no las veo a las mujeres resignadas, amargadas o esclavizadas..., que es la imagen que tenemos en Occidente de ellas, pero tampoco sé exactamente lo que puede haber por detrás de esa imagen.

Para finalizar la mañana visito la mezquita Imán Khomeini, cuyos orígenes se remontan al siglo XI. Es éste un edificio muy sobrio, en contraste con otras mezquitas mucho más decoradas. Me he sentado un rato en su interior, sobre las alfombras, observando a los hombres que realizan sus oraciones. Hombres de todas las clases y condiciones, a juzgar por su indumentaria. Las mezquitas, como es este caso, te aíslan también del exterior, del ruido constante de la calle..., y del calor. Es un magnífico lugar para descansar durante un tiempo.

Como todos los días desde que estoy en Irán, mucha gente me saluda o me para por la calle para interesarse por mí. Hoy ha habido una persona a la que he visto dos veces a lo largo del día, que en una ciudad de 600.000 habitantes tiene lo suyo. En ambas ocasiones se ha acercado a saludarme, la segunda de ellas como si me conociera desde siempre :-)

Después de comer, contrato los servicios de un taxi drive para ver dos lugares alejados de Kerman, a unos 40-50 km. Esta vez me acompañará un chico joven que no sabe una sola palabra en inglés. Su nombre: Abbas


En primer lugar visito los jardines Bagh-e Shahzade, uno de los mejores de Persia, incluido en el catálogo de la Unesco, como Patrimonio Mundial. La primera impresión al verlo es de grandeza, se tiene la sensación de que el agua desciende de las montañas próximas hacía el lugar donde te encuentras. Quizá esta impresión la produce su forma rectangular, alargada, en la que el agua cae desde el edificio más elevado, hoy convertido en restaurante, hasta la entrada principal del recinto, salvando el desnivel mediante numerosas cascadas, todo ello rodeado de arbolado y jardines muy cuidados. La entrada cuesta 150000 riales, pero lo vale con creces. Este es un sitio para visitar, pero mejor aún para pasar la tarde, tumbado bajo la sombra de sus árboles, como hacen unas mujeres iranís que me han invitado a compartir su merienda con ellas, una merienda compuesta exclusivamente de frutas y té y a la que yo he aportado un cesta de dulces, que he comprado en la entrada de este lugar. Me han preguntado de todo, especialmente sobre mi viaje y mi vida. Deberíais de ver el cariño con el que me han tratado, sin dejar de sonreír en ningún momento. ¡Muy-muy majas!. Después de hacernos unas fotos me despido de ellas. ¡Mamnoon!

El segundo lugar que visito es el Mausoleo del derviche Aramgah-e Shah Nematollah-e Valí, con una antigüedad de unos seis siglos. La entrada tiene un coste de 100000 riales. Dentro de este recinto el lugar con más encanto -en mi opinión- es la habitación del santo, de origen sirio, concretamente de la ciudad de Alepo y fundador de la orden de los derviches Nematollahi, que da nombre a este lugar. La habitación, muy reducida, se conserva como la dejó el santo al morir, con sus alfombras y libros... Las paredes y techo están decorados maravillosamente. Es un lugar muy especial, sin duda.

Ya de regreso en Kerman, Abbas me enseña la instalación de gas de su coche. Es muy habitual en Irán que los taxi utilicen gas y gasolina indistintamente, como propulsión para sus vehículos. En el maletero llevan un acumulador de gas, cuya puerta de carga está junto al de gasolina. Bajo el volante, un aparato que podríamos llamar "switch" cambia de un sistema a otro sin problema alguno. Normalmente cambian a gasolina en las cuestas pronunciadas. Me despido de Abbas... Nos hemos entendido y nos hemos arreglado, incluso hemos compartido bebidas y una bolsa de estupendas pipas iranís. Mamnoon!

Debo decir que Alí, el dueño del Hotel Amin, me ha permitido ducharme antes de venir a la terminal de autobuses. Estos detalles son de agradecer y dicen mucho del servicio y del personal de un hotel. Este establecimiento hotelero no tiene lujo alguno, más bien tiene muchas carencias, pero las compensan con la atención que dispensan. En términos informáticos, falla el hardware pero no el software... Mamnoon!

Con el agobio propio del que desconoce cómo se han de hacer las cosas, consigo subir al autobús a las 21:56h, tal solo cuatro minutos antes de su partida. El autocar es de los incluidos en la categoría Vip, amplio, moderno y con los servicios propios de este nivel. La estación es un hervidero humano. Por delante 600 kilómetros hasta la ciudad de Shiraz. Mis compañeros: Dos soldados iranís...

Mañana contaré que tal me ha ido en este "bus night"

Un abrazo



viernes, 14 de agosto de 2015

Yazd a Kerman


Kaixo amigos,

Después de desayunar en el magnífico patio de esta Historical House, de abonar la correspondiente factura y de hacerme unas fotografías con Mrs. Batool, la encantadora Recepcionista del hotel, tomo un taxi hasta la estación de autobuses.

Del hotel Malek-o Tojjar tengo que decir que es un establecimiento con calidad, espléndidamente decorado, con habitaciones limpias y cuidadas, y con un personal muy amable, sin olvidarme del patio interior, donde es posible comer, cenar, o simplemente tomar un té oyendo el ruido del agua. En resumen, un lugar muy recomendable para cualquier viajero. Además está ubicado en la City Center de Yazd.

Intuyo que el autobús a Kerman tiene su salida a las 09:00h y son las 08:37h. La terminal está alejada y no tengo billete. Con el taxi, un viejo coche surcoreano, a todo lo que da de sí, llegamos a la terminal a las 08:58h., mientras pienso que hoy perderé el día en el traslado a Kerman.


Pero no ha sido así... Unos segundos después de que el taxista me dejara en la estación de autobuses, una persona de nombre Amid, se acerca para preguntarme si voy a Kashán. Le digo que voy a Kerman y que no tengo billete. Se ofrece a conducirme hasta el autocar y además me gestiona con el chófer el acceso al mismo, obviando las taquillas de la terminal. El importe del trayecto asciende a 160000 riales, para un autobús clase Vip, en decadencia. Son las 09:09h cuando sale el autocar conmigo dentro. ¡Mamnoon Amid!

Apenas viajamos una docena de personas. Aprovecho para escribir y publicar en el blog. El
autobús no realiza ninguna parada en las cinco horas que dura el trayecto.

Billete bus night Kerman a Shiraz
Mi intención es viajar mañana a Shiraz y además hacerlo en un autobús nocturno, por lo que, nada más llegar a la terminal de Kerman, lo primero que hago es informarme de los horarios y comprar el billete. Me ha llevado un buen rato pero finalmente lo he conseguido. Toda la información e indicaciones están rotuladas exclusivamente en farsi. El importe del billete es de 340000 riales (unos 9 euros), para una distancia de 600 km aproximadamente.

En el trayecto elijo un hotel en Kerman, al azar. Me inclino por el Hotel Amin, situado en una zona céntrica, cerca del Bazaar. Al llegar a él compruebo que la calidad deja mucho que desear. Es el típico hotel para salir del paso si no tienes otra opción, pero bueno, no siempre puede salir cara, a veces sale cruz y hay que conformarse. Son las 14,30h

Kerman es una ciudad situada a unos 1100 km al sureste de Teherán, de unos 600.000 habitantes, con una larga historia de 23 siglos en su haber. Fue lugar muy importante en el paso de caravanas hacía y desde Oriente. Hay constancia del paso de Marco Polo por esta ciudad en el año 1271. De aquí han salido algunas de las mejores alfombras de Irán y también son famosos sus pistachos y el comino.


Decido pasar la tarde sin visitar ninguno de los monumentos de Kerman, simplemente recorriendo su Bazaar y sus calles, sin rumbo fijo, descubriendo lugares...

Un abrazo



jueves, 13 de agosto de 2015

Yazd y Caravasar Zeinoddin


Hola amigos,

En el hotel Malek-o Tojjar Antique, situado en el mismo centro de Yazd, en el interior del bazar, en la calle Panjeh Alí Bazar, conozco a Ahmad, empleado de esta magnífica Historical House, con el que trabo conversación y en quién de inicio me apoyo para situarme y ver las mejores opciones para visitar la ciudad y los alrededores.

Yazd es una de las ciudades más antiguas y de mayor importancia histórica de Irán. Tiene una población de algo más de 400.000 habitantes. Su historia se remonta 3.000 años atrás, a los tiempos del imperio Medo, cuando era conocida por Ysatis. La ciudad fue un centro del zoroastrismo durante la época sasánida, y hoy es su último reducto. En éste lugar estuvo Alejandro Magno y según cuenta la leyenda los Tres Reyes Magos salieron de aquí. Actualmente es una ciudad bastante moderna y cuidada. Pasear por su casco viejo es trasladarse a otros tiempos, épocas en las que las caravanas de la ruta de la seda hacían aquí su última parada antes de adentrarse en el desierto, camino de China. Sus calles estrechas, con casas hechas de adobe color rojo, enlazadas y cubiertas entre sí por arcos para protegerse del sol, hacen de esta zona un mundo de galerías, con multitud de tiendas y viejos talleres, donde se puede ver en directo el ejercicio de todo tipo de oficios. En mi opinión este casco histórico tiene unas posibilidades turísticas enormes, pero también es verdad que necesita renovarse.

Son muchos los lugares a visitar y poco el tiempo que voy a permanecer en Yazd. Para optimizarlo, divido los destinos en dos grupos: Los que están próximos y puedo ir caminando, y los que están alejados. Para éste último grupo decido contratar un Taxi drive, y qué mejor que hacerlo a través del hotel, por la garantía que esto supone. Ya con el servicio contratado y el chofer-guía de nombre Nasser a mí disposición, partimos para realizar las visitas que os detallo.


En primer lugar visitamos los jardines Dolat Abad y residencia Bagh-e Dowlat. La entrada tiene un coste de 100000 riales. Este es uno de los jardines más importantes de Irán y fue declarado Patrimonio Mundial de la Unesco en el año 2011. El agua fluye por sus canales de manera natural, simplemente por decantación. Tiene casi tres siglos y fue construido por orden del gobernador Mohammed Taqu Kan. Todo el jardín está rodeado por una muralla y tiene unas ocho hectáreas de superficie. Es muy agradable pasear por estos jardines a primera hora de la mañana.

Nuestro segundo punto de destino es el Templo de Zoroastro o Atashkadeh que significa "Casa del fuego". Este es el principal templo del zoroastrismo en Irán, y por añadidura del mundo. El edificio es sencillo y no llega al siglo de existencia. Su mayor valor es el de albergar en un altar el fuego sagrado, que arde ininterrumpidamente desde el siglo V... ¡tela marinera! Antes de llegar aquí, ésta llama ha ardido en el templo de Pars Atashkarian en Persépolis, en la ciudad de Ardakán situada a unos 60 km al noroeste de Yazd, y también en otros lugares hasta llegar a este templo.



En lo alto de la fachada principal se puede contemplar el símbolo del zoroastrismo, llamado Fravahar, religión de los antiguos persas. Zoroastro fue un profeta, nacido hacia el año 600 a.C. que predicó e impulsó el culto a Ahura (Dios) Mazda (Grande). Además del fuego sagrado, el zoroastrismo nos deja las Torres del Silencio, que eran unas construcciones funerarias.

Aquí coincido con un pequeño grupo de turistas de Madrid. Hablo con ellos un rato. Se extrañan mucho de que viaje solo por el país. Su Guía iraní me pasa información sobre donde dormir en Shiraz. En concreto me recomienda el Hotel Arg, ubicado en el centro de la ciudad, en Takhti Street, asegurándome que tiene una excelente relación calidad/precio, y que además está ubicado en el centro. Tomo buena nota de su recomendación. Me ha dado mucha alegría estar un rato con este grupo.


Dejamos este lugar para dirigirnos a un sitio muy especial, el Caravasar Zeinoddin, ubicado a unos 60 km al sureste de Yazd, lugar al que llegamos justo al mediodía. Este caravasar está en medio de una zona desértica, a la sombra de los Montes Zagros. Era una antigua parada y fonda para las caravanas que hacían la ruta de la seda, hoy reconstruido con mimo, usando el mismo tipo de materiales que lo vieron nacer hace casi cinco siglos, y actualmente acondicionado como hotel. Tiene forma circular y es único en su diseño. Dispone de 40 habitaciones, 10 de las cuales dan directamente al patio central, cada una de ellas con su fachada personalizada. Las interiores están separadas entre sí solamente por gruesas cortinas. Todo el conjunto está muy bien decorado. Sentado en la azotea de este caravasar os puedo asegurar que no es difícil imaginar las caravanas acercarse lentamente en busca de alimento y refugio, y también aquellas que se van y se pierden en el infinito, tras una nube de vapor transparente, efecto del calor que aquí hace. Un lugar para visitar, sin duda.


Tomo té en compañía de mi chófer y de un niño encantador, cuando coincido en este lugar con un grupo de italianas conducidas por Marco, con los que he podido hablar un largo rato. Una de ellas, Gabriela ha estado en Bilbao, antes y después de la transformación de la ciudad, y todo son alabanzas para nuestro querido "Botxo" que, como todo el mundo sabe, está en el mismo centro del universo :-), al menos del mundo conocido... Me ha encantado estar con ellos. Gente muy maja y con mucho mundo a sus espaldas. Arrivederci!

Son las 13h cuando iniciamos el regreso a Yazd, en el que tenemos un pequeño problema en un control militar. Nos paran. Piden la documentación y yo no tengo el pasaporte. En el hotel no me lo han querido entregar a pesar de haberlo solicitado. En su lugar me han dado una fotocopia, que es lo que le presento al militar. Permanezco un tiempo "en custodia" hasta que verifican que lo que digo es correcto. Yo también salgo del coche y voy donde está Nasser hablando con los militares. No os lo vais a creer, pero el Oficial me ha dejado en libertad con un fuerte apretón de manos... Es la leche!

Prisión de Alejandro

Una última visita, ya para finalizar los servicios contratados con Nasser. La prisión de Alejandro, también conocida como Zendan-e Eskandar. Este edificio tiene unos 8 siglos y no es el original que se levantó por orden de Alejandro Magno, hace ya más de 23 siglos. Es en este recinto donde conozco a Omid y Hadi, dos chicos jóvenes que regentan un taller-tienda muy interesante. Sus trabajos en la fabricación artística del vidrio son magníficos, tanto en el diseño como en su calidad. El colorido de las piezas que fabrican me parece de un altísimo nivel. El artista: Omid. Hablo con ellos un tiempo, ante la evidente cara de desesperación de Rezza, que está deseando cobrar los servicios e irse a su casa. Nos hacemos unas fotografías e intercambiamos nuestros contactos. Lo dicho, un lugar muy especial, que recomiendo visitar...

Son las 14:30h cuando me despido de Rezza. Han sido cinco horas en su compañía. Me ha parecido un hombre educado y amable, pero no implicado, con ganas de que el tiempo transcurra..., y en ese sentido, contrario a mi forma de ver las cosas. Tras pagar los servicios me dirijo al hotel para comer algo y descansar.
Por la tarde visito el edificio Amir Chakgmaq Tekieh, construido en el siglo XV, con una imponente fachada. En mi opinión este es un lugar que necesita cuidados y mejoras. De aquí me traslado caminando al Museo del agua, en la plaza Amir Chakgmaq. He tenido que preguntar varias veces para llegar a este lugar. La entrada al museo más bien parece la entrada a una vivienda. Un simple letrero sobre el cargadero de la puerta confirma que estamos en la entrada del museo. La entrada tiene un coste de 150000 riales. En él se exponen desde utensilios para canalizar el agua a fotografías de construcción de qanats. Confieso que esperaba más de este museo, pero ha merecido la pena.

Mi ultima visita del día: Masjed-e Jame o Mezquita del Viernes.


Su pórtico, junto con sus minaretes son los más altos de Irán. La mezquita tiene siete siglos y está revestida de azulejos blancos y azules. Aquí conozco a Saied, que va con un grupo de unas 15 personas que se están formando para Guías turísticos. Permanezco media hora con ellos, mientras su profesor les describe con detalle el interior de la mezquita. Entre ellos, sentado sobre la alfombra, me sorprende la atención con la que atienden a su profesor, con reverencia, casi como si estuvieran a punto de recibir las tablas de la ley. Preguntan constantemente a su profesor sobre cualquier detalle o duda, a la vez que graban la charla con todo tipo de artilugios, desde grabadoras hasta tablets. Evidentemente no entiendo lo que dice el profesor, pero observándole me parece un hombre muy didáctico, que habla a sus alumnos con mucho cariño y que desde luego le gusta lo que hace. Saied habla bastante bien español y está muy ilusionado en obtener una plaza de Guía. Intercambiamos nuestros contactos. Junto a mí, un hombre de mediana edad acondiciona los bordes de las deshilachadas alfombras, cosiendo una cinta a lo largo de las mismas. Su destreza y oficio son más que evidentes...




Y para ver caer el día, qué mejor que la esplendida terraza del Traditional Coffee Shop & Restaurant Karizma, ubicado a escasos metros de la mezquita, en la plaza Masjed Jame, disfrutando de un té como solo lo saben hacer y servir en Irán. El cielo totalmente despejado, mutando del color azul al amarillo dorado, intenso, que da gloria verlo, con unos 28 grados de temperatura acompañados de una suave brisa. De fondo la voz cantada del Imán, omnipresente. Es la oración de las ocho de la tarde, que todos los que aquí estamos escuchamos con escrupuloso silencio. Y presidiendo este escenario la mezquita Masjed-e Jame, con su majestuoso pórtico y minaretes, bellamente iluminados, en diferentes tonos de azules. ¡Pura magia amigos!

Le estoy cogiendo la medida a ésta ciudad histórica, parada obligatoria para cualquiera que quiera visitar este país, y a pesar del corto espacio de tiempo que he permanecido en ella, me parece un lugar muy acogedor en el que se puede ver y respirar la larga historia que posee. Simplemente pasear por las calles y callejuelas de su casco histórico, mezclarte y hablar con la gente, ya son un buen motivo para llegar hasta aquí. Puedo decir que sin haberla conocido la echaré de menos... y estoy seguro que que con mi marcha a Kerman me perderé muchas cosas interesantes que esta ciudad aporta al viajero curioso e implicado. Pero el tiempo es el que es, y por desgracia está medido.

Me gustaría también decir que han sido muchas las personas que a lo largo del día, al cruzarme con ellas, me han saludado con un "hello" o "welcome to Irán" sin llegar a detenerse. Otras muchas lo han hecho y han hablado un poco conmigo, interesándose por los motivos de mi viaje. ¡Me encanta este país!

Mañana rumbo Sur, hacía la ciudad de Kerman...

Un abrazo