اميدوارم سفر خوبي داشته باشم زيرا إز صميمم قلبم و با احترام به ديگران سفر خواهم كرد و اين باعث خواهد شد كه تمامي درها به روي من باز شوند

lunes, 3 de agosto de 2015

Traslado Roodbarak a Ploor


Hola amigos,

Hoy no ha sido un día de madrugar, ya que la jornada la dedicaremos a trasladarnos en coche al Resort de Ploor, ciudad a los pies del Damavand. Aunque había fijado con Zaker vernos a las 09h, me levanto dos horas antes para terminar de escribir y publicar los post de días anteriores.

Zaker y el funcionario de Recepción de Roodbarak Villages, me piden que escriba algo en el libro de huéspedes, cosa que hago al momento, dejando así constancia de mi paso por este lugar. Zaker me regala un mapa de la zona de Takht-e Soleyman y una bolsa para botiquín de primeros auxilios.

Me despido de Edwin y de su padre Nematian, ambos también alojados en esta residencia, a la vez que conozco a un grupo de chicos que van a escalar también el Damavand y con los que compartiré coche y viaje hasta Ploor. Son amigos entre si y calculo que ninguno de ellos supera los 30 años. Os los presentaré: Shayan (Ingeniero), Alireza (Psicólogo), Arash (ATS) y Parsa (Estudiante de último año de Odontología en Génova, Italia).

Realizadas las despedidas/bienvenidas nos dirigimos todos a la casa de Zaker, esta vez para pasarle a su ordenador todas las fotografías que he realizado durante los días que hemos estado juntos, tomar un té y hacernos unas fotos.

Alireza, Shayan, Parsa, Rasool, Jon, Arash, Zaker
Emocionante la despedida de Zaker, con el saludo iraní, además de un abrazo. Debo decir que durante estos días ha sido la persona que ha cuidado de mí hasta en el más mínimo detalle, con una cortesía impresionante. Una personal muy alegre y con humor, paciente, parlanchina y didáctica, de la que he aprendido mucho. Lleva la montaña en la sangre, sin duda algo heredado de su padre. En apenas 5-6 dias nos hemos hecho amigos y he podido comprobar lo mucho que le quiere la gente. Quizá en 2016 regrese a Irán para escalar el Alam Kuh, como me ha pedido... Es algo difícil pero no imposible. Querido amigo Zaker: Te considero un Maestro, no solo en la montaña.

Sobre las 11,30h partimos de Roodbarak. El maletero del coche a rebosar de mochilas y otro tipo de bultos. El el interior cinco personas, con más mochilas, petates, sacos de dormir, bastones, y un largo etcétera..., cubriendo cualquier posible hueco libre. En España este viaje nos supondría no menos de 1000€ de multa, retirada del permiso de conducir, y por supuesto la inmediata inmovilización y precintado del coche. Aquí es distinto, incluso podríamos llevar a algún necesitado autoestopista :-)

Alternando música persa (muy buena!) con canciones de "The Creedence Clearwater Revival" avanzamos hacia la localidad de Cholus, ubicada a orillas del mar Caspio, donde paramos a comer en un restaurante frente al mar, que conoce Alireza.

Restaurante junto al Mar Caspìo
El restaurante está muy concurrido, con numerosas familias comiendo. Ellas, las mujeres, siempre enfundadas en el obligatorio chador negro, dando con ello un aire de cierta tristeza al local. Si lo piensas bien, la vista no deja de ser una imagen apagada de la vida.

De mis compañeros de viaje quiero decir que son unos chavales súper majos. Todo el trayecto ha sido una juerga total, "haciendo el ganso" y sin parar de reírse. Hemos congeniado al instante. A mí me llaman Mr. Jon

Zaker fue quien me bautizó así y mis nuevos amigos así lo han asumido. Con mis barbas -en cuarto creciente- vengo a ser como su Ayatollah particular, de andar por casa, como si dijéramos :-)

Llevamos tanto peso en nuestro desvencijado vehículo Kia que, cerca de la ciudad de Amol, hemos tenido que hacer una parada por calentamiento del motor, aproximadamente una hora antes de llegar a nuestro destino.

Aprovecho esta incidencia para comentar que he visto varios coches averiados en la carretera por sobrecalentamiento del motor, incluso uno en llamas durante el traslado de Teherán a Roodbarak el pasado 29 de Julio. Esto es debido a la baja calidad de los coches y lógicamente a las elevadas temperaturas que hay en esta zona del mundo.

Durante la parada puedo observar con detenimiento los coches y sus viajeros. En el interior viajan familias enteras, sin cinturón, con niños en la parte delantera sentados sobre las rodillas de sus padres, comiendo, bebiendo y tratando de frenar la fuerza del sol colocando telas en las ventanas. Chóferes que hablan por teléfono mientras conducen y que no guardan la distancia de seguridad con los coches que les preceden, ni siquiera lo que aconseja la prudencia.

La parada refrigera el motor, pero por poco tiempo. A escasos 6 km de nuestra meta el coche se vuelve a parar. El pobre tiene más calor que nosotros... :-)   Empujando hemos subido el coche cuesta arriba hasta sacarlo de la carretera, con el mercurio hirviendo.


Hemos echado sobre el motor todos los hielos que teníamos para refrigerar bebidas, pero ni con esas. Alireza llama por teléfono y al rato se acerca otro coche, que tras las presentaciones resultan ser Joshein y Alí, las personas que me acompañaran y guiarán en el Damavand. Se reparten las cargas entre los dos coches y conseguimos por fin llegar a nuestro destino, sobre las 18:40h

Después de instalarnos en el Ploor Camping of Mountainering Federation of Irán, Joshein acompañado de Alí, chequea minuciosamente todos y cada uno de los materiales para llevar al Damavand. Nada escapa a su control, desde la indumentaria a la comida. Lo ha hecho con un rigor que garantiza su profesionalidad. Esto lo he visto en muy pocos sitios.

Después hemos ido lo tres a cenar a un restaurante de la ciudad, en que nos han acomodado en un "Takht". Este modo de comer es muy habitual en Irán y consiste en hacerlo subido a una plataforma de madera, a unos 50 cm. del suelo, de forma rectangular o cuadrada, con barandillas en tres de sus laterales, dejando un cuarto lado libre para poder acceder los comensales y también servir la comida. En muchas ocasiones esta estructura está cubierta, a modo de pérgola. Sobre la plataforma colocan una alfombra que cubre toda la superficie de la misma y cojines en las zonas de barandilla. Se come sentado en la alfombra, en la que disponen la comida sobre un mantel de plástico.

Nosotros hemos cenado lo habitual en Irán: Ensaladas, arroz blanco de base, sobre el que se incorpora pollo, brochetas de carne y salsas. Mención aparte merece el yogurt que se puede comer como aperitivo o echarlo directamente al arroz. El yogurt líquido se llama "Mint" o "spearmint", si lo he conseguido entender bien.

La anécdota de la cena la ha puesto el dueño del restaurante. Se ha acercado con uno de sus camareros al lugar donde estábamos cenando y ha preguntado en farsi a Joshein y Alí como estaba la cena. Después se ha dirigido a mí para preguntarme: good?

- Yes, good, very good, le contesto, pero se me ocurre decirle: Yes, rico...
- Al no entender, extrañado me contesta: ¿rico?
- Remato diciéndole: Yes, rico-rico...

A todos les ha hecho mucha gracia esta expresión y comienzan a repetirla y a reírse. Ha sido un momento muy divertido. Ahora ya la dicen también Parsa, Alireza y el resto de los chicos, con el consiguiente juerga :-)

Antes de dormir un último chequeo al equipaje por si hubiera alguna cosa olvidada.

Un abrazo



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