Ha hecho mucho frío durante la noche. Incluso dentro del saco de dormir hemos podido sentirlo, pero esto no ha impedido estar acostados hasta las 9:40h
No hay prisa, por lo que hemos desayunado tranquilamente unos vasos de Nescafe, galletas, magnífica mermelada, y aún mejor queso, ambos iranís. Todo ello acompañado de buena música. He traído un altavoz al que conectamos nuestros reproductores de música y de este modo podemos escuchar todo tipo de canciones, generamos buen ambiente, cantamos e incluso cae algún "bailecito" tipo danza persa ;-)
Justo al mediodía iniciamos el ascenso hasta los 5000 dentro del programa de aclimatación. Nos acompaña una cuarta persona: Hosein (igual nombre que nuestro Guía). Lentamente vamos ganando altura. El tiempo amenaza tormenta. Por el camino vemos alguna jeringuilla usada por alguien con problemas de mal altura y dejada en el suelo sin el menor reparo, lo cual demuestra que también tiene otros problemas.
Esto me hace pensar en el gran número de personas que se lanzan a escalar montañas sin la preparación física suficiente, diría incluso, sin una preparación mínima. Esto no es juego. Requiere como digo de una buena preparación física, de ropa y calzado apropiados y de una logística adecuada, pero también de sentido común. Os puedo jurar que tanto aquí como en Takht-e Soleyman he visto personas con vaqueros, sin gafas de sol..., con playeras!
Llegamos a unos 4700 metros y se ha puesto a nevar. Avanzamos hasta los 4800, ya nevando con fuerza. Llegado a este punto es cuando ha sucedido algo que yo no había vivido antes en la montaña, ni en ningún otro lugar. Lo contaré: Como decía, estábamos a 4800 m y nevaba con fuerza. De pronto, nuestro cuarto amigo Hosein se lanza al suelo tapando su cabeza con las manos, a la vez que nos pedía que hiciéramos lo mismo. En el ambiente había un ruido muy extraño. Yo permanecía de pie, entre sorprendido y desconcertado, sin acabar de decidirme a lanzarme al suelo. Hosein insistía en que lo hiciéramos y finalmente me he lanzado al suelo, ya un poco intrigado. Enseguida he comprendido la situación. La preocupación de Hosein tenía su fundamento. Eramos un blanco fácil de los rayos. El ruido en el ambiente era electricidad. Hemos podido sentir perfectamente, y durante bastante tiempo, como la electricidad fluía por todo nuestro cuerpo. Algo inquietante, la verdad.
La montaña Damavand tiene forma cónica, con una prominencia de 4667 metros, por lo que en esta medida no tiene adosada ninguna otra montaña. Esto la convierte en un polo de energía gigantesco.
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| Isidoro, Jon |
Sin más contratiempos llegamos al refugio, donde me encuentro con Isidoro Aparicio, de Barcelona. Está feliz por haber hecho cumbre y regresar sin incidencia alguna. ¡¡Congratulations!! Zorionak!!
Dejo aquí el link de su blog: http://isiaparicioceav.blogspot.com
Shayan, Alireza, Arash y Parsa descienden hacía el Resort. Su objetivo hoy era la cumbre de Damavand, pero no han podido pasar de 5200 metros. Alireza, es el Guía del grupo y el que mejor se encuentra. Tiene una vitalidad increíble. La despedida ha sido emocionante y me ha dado mucha pena su marcha. Desde el primer minuto que nos conocimos -hace escasamente dos días - hemos congeniado y nos hemos llevado muy bien. En todo momento me han tratado como a uno de ellos. Son unos chicos muy divertidos y lo hemos pasado muy bien. ¡Hasta siempre amigos!
Después de la cena en la tienda preparamos todas nuestras cosas para mañana. Hace mucho frío. Cuando termino de escribir este relato, los tres permanecemos metidos en nuestros sacos de dormir, en completo silencio, pensativos, tratando de averiguar cómo nos irá mañana, soñando...
Las previsiones son de nieve. Habrá que llevar toda la artillería para vencer a la meteorología... La cumbre del Damavand nos espera.
Un abrazo
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